El modelo de desarrollo agota sus recursos. Se dispara el consumo de agua y energía. Cada malagueño emite 7,9 toneladas de CO2 al año. Haría falta el espacio equivalente a tres provincias para hacer sostenible este crecimiento.
La acción del hombre puede llegar a ser devastadora y, como el caballo de Atila, por donde pasa puede que nunca más crezca la hierba. Los daños provocados ya en el medio ambiente en la provincia de Málaga son irreversibles, y las consecuencias de esta actuación corrosiva sobre la naturaleza se manifestarán a lo largo del próximo medio siglo. De hecho, ya se notan los primeros efectos en las temperaturas, sobre todo en los periodos de primavera y otoño, aunque más de la mitad de los meses entre 1996 y 2006 superaron en casi un grado la media histórica.
Los expertos concluyen que Málaga necesitaría triplicar su superficie para poder asumir los impactos que sufre el medio ambiente. O, dicho de otra forma, el impacto multiplica por tres lo ambientalmente sostenible.
En este contexto, el 68% de las especies de vertebrados de la provincia están amenazadas, principalmente mamíferos marinos, reptiles y aves. El informe anual sobre sostenibilidad en la provincia de Málaga, elaborado por el Observatorio Provincial de la Sostenibilidad de la Diputación y la Universidad de Málaga, que fue presentado ayer, revela, además, que en estos próximos 50 años aumentará el nivel del mar, se producirá un desplazamiento de las especies autóctonas y llegarán otras invasivas, procedentes del sur.
El documento enciende la luz de alarma. Pero aunque la provincia muestra una imagen "enferma", según el diputado de Medio Ambiente, Miguel Esteban Martín, no hay que perder la esperanza. Todavía se está a tiempo de minimizar los efectos del cambio climático. Claro que, para ello, es urgente e imprescindible que la provincia sustituya su modelo de desarrollo económico actual, que ha terminado por agotar sus recursos naturales.Esteban señaló que esta situación puede tener consecuencias en la economía y en el turismo de la Costa del Sol.
Y es que el documento pone de manifiesto el incremento "disparatado" del consumo energético en la provincia, que ha subido un 32,2% en cinco años y se sitúa en siete puntos con respecto a la media andaluza. Las áreas en las que se han experimentado las mayores subidas han sido la Axarquía, la Costa del Sol Occidental y Oriental, como consecuencia del auge del sector turístico y residencial.Avisa también del agotamiento de los recursos hídricos y del aumento del consumo de agua. El nivel municipal se situó en 239,2 litros por habitante y día el pasado año 2007. En localidades como Alhaurín de la Torre, Cártama, Fuengirola, Vélez Málaga o Torremolinos, el consumo medio superó los 300 litros (más llamativo es el caso de Marbella, con 390 litros).
El diputado de IU subrayó que Málaga está a la cabeza de Andalucía en las denuncias por ocupación del dominio público hidráulico (pozos sin autorización, tomas de agua ilegales...), acaparando más del 60% del total.Málaga emite al año casi 12 millones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera, lo que supone que cada malagueño produce 7,86 toneladas anuales. Esto se debe, a juicio de Esteban, al uso de combustibles fósiles y al abuso del vehículo particular, frente al transporte privado.
Huella ecológica. Otro dato que aportó el representante de la Diputación, aunque no aparece en el estudio presentado ayer, es que, según cálculos realizados hace cuatro años, la huella ecológica en Málaga es de 4,76 hectáreas por habitante, por lo que cada malagueño necesita esa extensión para producir los recursos que va a consumir y para asimilar los residuos que genera.
Fuente: La Opinión de Málaga